Receta de Torrijas

Como hacer torrijas caseras tradicionales

La receta que os traemos a continuación es un dulce típico de España que en cada una de sus regiones se hace de una forma un poco diferente.

Nosotros, que buscamos la calidad de los tiempos pasados, estamos muy en contra de todos esos experimentos que hacen ahora los cocineros de "vanguardia" que se hacen llamar chefs. A nosotros nos gustan las cosas bien hechas pero  cada maestrillo tiene su librillo, así que hoy os propondremos la receta que nosotros hemos comido siempre en Semana Santa por estos pagos manchegos.

Como casi siempre, hacer torrijas es algo muy sencillo, requiere de poco tiempo y de unos ingredientes muy básicos de la dieta mediterránea que se pueden conseguir en cualquier parte del mundo.

Aspecto final de las torrijas hechas con diferentes tipos de pan.

Los ingredientes son los siguientes:

- Rebanadas de pan de pueblo, unas 12 (de no tener este tipo de pan de miga consistente se pueden hacer con pan de molde)

- Leche de vaca, como medio litro.

- Azúcar blanco, unas tres cucharadas de café.

- 2 huevos.

- Unos 125ml de miel, preferiblemente de La Alcarria, sirve cualquiera, cuanto más calidad mejor sabrán.

- Agua para rebajar (“licuar”) la miel. Suele ser suficiente la misma cantidad de agua que de miel. Lo que intentamos conseguir es un almíbar, para que os hagáis una idea de la consistencia que deberá tener la mezcla.

- Aceite de oliva virgen extra. Si puede ser ecológico mejor que mejor.

- Canela en polvo.

¿Cómo debemos proceder ahora?

El pan debe estar un poco duro. Si se usa pan de pueblo, las rebanadas, de un grosor de un centímetro aproximadamente, deberán haberse cortado el día anterior. Si se una pan de molde, con dejarlo fuera de la bolsa un par de horas ya estará lo suficientemente duro para ser utilizado.

En un cazo, calienta la leche para que se pueda disolver el azúcar mejor que si se hace con la leche fría. No hace falta calentarla demasiado, con que esté tibia ya conseguiremos que el azúcar se disuelva. Separamos y comenzamos.

Con la leche azucarada en un recipiente plano, comenzamos a introducir las rebanadas de pan para que se empapen bien, por ambas caras. Las dejamos reposar en un recipiente aparte para que suelten el exceso de leche que han tenido que coger. 

Bate los huevos mientras en una sartén pones un dedo de aceite a calentar.

Cuando el aceite esté listo para freír, pasa las rebanadas por el huevo e introdúcelas en la sartén. El pan debe freírse por las dos caras uniformemente, tiene que tener un color tostado no muy oscuro.

Al sacar el pan ya tostado déjalo escurrir en un recipiente con papel absorbente para retirar el aceite sobrante.

En este momento espolvoreamos las torrijas con la canela molida. ¿La cantidad? Al gusto, cuanto más te guste el sabor de la canela, más canela le tienes que poner. 

Algunos también le poner azúcar glas. Nosotros creemos que azúcar ya lleva y la miel también le dará dulzor así que no le ponemos más azúcar.

El último paso que nos queda es “licuar” la miel. Esto lo conseguimos poniéndola en un cazo a fuego medio y añadiéndole agua. Removemos para que se disuelva todo homogéneamente y añadimos agua hasta conseguir una consistencia de melaza o almíbar.

Por último, solo nos queda introducir las torrijas en la miel para que se empapen bien, por ambos lados. Las sacamos en una fuente, esperamos a que se enfríen y a comer con delectación.

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