Recetas sencillas: Ajo mataero

En esta ocasión nos alejamos un poco de nuestra filosofía de recetas sencillas de pocos ingredientes y fácil y rápida preparación.
Esta receta sigue siendo sencilla, pero tiene algunos ingredientes más de los que os tengo acostumbrado. Pero sigue siendo una receta riquísima, nutritiva, llena de ingredientes naturales.
Nos hemos decantado por el Ajo mataero de la zona de Albacete, aunque en la provincia de Ciudad Real también se realiza de manera similar, llamándose Ajo pringue (y ahora me doy cuenta de los nombrecitos que le ponían a las recetas los manchegos: atascaburras, matalobos, ajo mataero...)







Aspecto final de la receta

Para unas cuatro personas los ingredientes serían los siguientes:

- 250g de panceta (preferentemente fresca, aunque hay a quien le gusta más ahumada)
- Sal
- 2 cucharadas soperas de manteca.
- 150g de hígado de cerdo. 
- 1 cucharada de postre de pimentón dulce.
- Medio kilo de pan duro (preferentemente buen pan de pueblo con mucha miga y con una semana. Si utilizáis pan de Mercadona casi lo podréis usar por la noche)
- 8 dientes de ajo.
- 8 almendras tostadas.
- Un poco de canela (esto va en gustos)
- Un poco de pimienta molida, un poco de clavo molido y una punta de guindilla. Todo esto al gusto, a los que nos gusta picante pondremos más.
- Medio vaso de agua.

Este tipo de plato tradicional manchego se suele elaborar en las también típicas cazuelas de barro. En este caso calentaremos un la cazuela la manteca, a fuego suave para que se deshaga. Mientras, preparamos la panceta, cortándola en dados y sazonándola con un poco de sal.
Cuando la manteca esté caliente ponemos la panceta y la doramos. Cuando esté lista la apartamos.
En la misma cazuela ponemos el hígado, que previamente hemos cortado en dados y lo hemos sazonado al gusto. Lo dejamos hasta que se dore. Lo apartamos.
Volvemos a usar la cazuela para rehogar el pan desmigado con un poco de agua fría.
Mientras pelamos los ajos y lo ponemos en un mortero junto con las almendras tostadas, las especias y la guindilla. Lo machacamos y mezclamos todo bien añadiéndole el agua hasta conseguir una pasta un poco líquida.
Incorporamos el contenido del mortero a la cazuela con el pan y removemos todo bien. Pasados unos minutos incorporamos el resto de ingredientes que hemos ido apartando y lo removemos todo para que quede lo más uniforme posible.
Apartamos la cazuela y servimos esta deliciosa comida en la misma. Avisad a los comensales de que el recipiente está caliente.
¡¡¡Buen provecho!!!

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